Buscando palabras que otros olvidaron o se perdieron
Escuchando historias, leyendas de gente
que no sabe leer ni escribir
pero que nos ofrecen, con sus experiencias,
una clase magistral de vida.
Caminando entre noches confusas
y mañanas perezosas
en busca del poema.
Dejar que la poesía hierva lentamente,
hasta disfrutar de sus olores,
saborearla sin prisas,
escucharla,
hasta aprender de ella.
Que tu mente no se contamine con ruidos vacíos del exterior,
sentarte en el banco mientras escuchas las pisadas inquietas,
nerviosas de la gente que van siempre al mismo sitio
y a ninguna parte a la vez,
y cada día lo mismo.
Todo por ir en busca del poema.
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