El tiempo.


 



Una hoja que se va cayendo

hubo ilusiones

hubo tormentas

hubo derivas

puertos por descubrir.

Viajes sin caducidad

sin retorno

hojas que cambiaron de color

sin apenas darnos cuenta.

Y de repente nuestras vidas

pasaron de las apariencias 

a las realidades

de los gritos

a los murmullos

de los enfados

a las resignaciones.

A tu lado crecen unas flores

y las vas regando,

pensando en que

se marchiten sin dolor

con amor.

Y las ventanas siempre abiertas

para que el sol te dé en la cara

 y que la luna 

te hable

te escuche.

 para que puedas descansar

y seguir un nuevo viaje.





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