Viajes de huida. Venta en Amazon.

 





“Viajes de huida” es una obra poética escrita por Enrique Crusellas. En este libro, el autor nos invita a un viaje de exploración interior, donde dejamos atrás nuestro cuerpo, mente y emociones para liberar el alma y buscar la gran sinfonía del universo.
La obra se compone de 53 poemas de diferentes extensiones. Algunos son cortos, de una página, mientras que otros son un poco más largos. A pesar de su brevedad, cada poema es igualmente interesante. Crusellas abre su corazón y aborda diversos temas en estas líneas. La lectura es sencilla pero profunda, ágil y llena de sentimiento, lo que nos hace reflexionar.
En palabras del autor, los poemas exploran lugares donde los sueños se confunden, donde damos un paso más hacia el vacío, la oscuridad y atravesamos las tinieblas. Allá, en lo lejano, el horizonte nos reclama. Saltamos desde el borde del acantilado en busca de los paraísos que siempre nos dijeron que estaban vetados, en busca de la única melodía que revelará todos los misterios de la creación. Nos desprenderemos definitivamente de nuestro cuerpo, pensamientos y emociones, para dejar de ser y liberar nuestra alma, que seguirá vagando por el infinito.
“Viajes de huida” es un libro corto pero intenso, ideal para aquellos que disfrutan del género poético. Si te gusta explorar la profundidad de las palabras y las emociones, te recomiendo sumergirte en esta obra.

La vida, es una cuerda de equilibrista en la que la única forma de avanzar, consiste en mantener la vista en un punto fijo del horizonte, caminando hacia adelante, evitando distracciones y no permitiendo pasos en falso ni miradas de soslayo… huir hacia delante, siempre huir. Enrique Crusellas crea en sus poemas esta sensación: el sentimiento de correr, ocultarse, evadirse; aislarse del mundo común y la vulgaridad, utilizando como instrumentos de “fuga” la música, el alcohol, el sexo…y a veces, el amor.
Escritor precoz, poeta por convicción y casi por necesidad, nuestro autor ha tenido una vida nómada, que le ha hecho residir no sólo en España, si no también en Marruecos, Francia o Suiza; y es ese sentimiento de falta de pertenencia y desarraigo, el que brota y empapa cada verso de este poemario cargado muchas veces de bruma y humo de tabaco, con un inconfundible perfume a desasosiego y decadencia, entendida como una apreciación casi nihilista de la existencia.
Una vez comenté que el gran hallazgo del poeta británico Philip Larkin fue la creación de lo sublime través de imágenes simples, descubriendo la belleza de lo cotidiano; Crusellas, de igual modo, utiliza anécdotas, vivencias, recuerdos y pequeñas reminiscencias (los conciertos de la adolescencia, los primeros amores, y todas aquellas ilusiones de una juventud que ya empezaba a recibir los duros golpes de la edad adulta) para recrearse en la lírica de la sencillez, cuyo avanzar calmo no está reñido con creación de una épica trascendente, que vuelve a acercarnos a esa temática sobre la que gira toda esta colección de versos: la huida, la necesidad de escapar, comprendida como la condición sin ecuanon para continuar viviendo.
Cada poema está imbuido de esta inmediatez cuasi ansiosa, de dejar atrás todo aquello que nos ha hecho daño, aquello cuyo recuerdo y presencia, quiere encadenarnos, atarnos y no dejarnos evolucionar o crecer. Todo esto, acaba por plantearnos una duda razonable: ¿la consecución de un futuro radica en la absoluta negación del pasado? Ni mucho menos; aunque siempre estemos pendientes de ese punto al final de nuestra cuerda de equilibrista, nuestras vivencias seguirán cargadas en nuestra mochila de la memoria, haciendo a veces que flaqueemos o perdamos el equilibrio, pero teniendo en cuenta siempre, como nos enseña Cruelles, que lo importante es seguir nuestro camino elegido; sea este el de nuestra redención o en muchas ocasiones, el de nuestra destrucción.
Una reflexión sobre la condición humana a través de la poesía. (José María Durán, 9 de octubre de 2023)


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